Autora: Leara Martell
Título: La canción del silencio
Libro independiente
Tapa blanda, 156 páginas
Aladena Editorial, 2010
Ebook en Amazon
Argumento
¿Qué estarías dispuesta a hacer si un día te despertaras en una celda y descubrieras que eres la principal sospechosa del asesinato de tu marido?
La vida de Aída Lizaro era perfecta. Un amante esposo, una casa bonita, dinero y el estatus social necesario para ser alguien en la vida. Lo tenía todo a su alcance hasta que un día despierta desmemoriada encerrada tras una pared de barrotes y con la única certeza de que ella no lo hizo, por mucho que las pruebas se empeñen en insinuar lo contrario.
Una prostituta, un enfermero y un niño serán los encargados de derribar y reconstruir la falsedad del matrimonio Delveccio. Tres testigos de una vida llena de abusos y mentiras, apariencias y dolor. Tres testimonios que se encargarán de abrir los ojos a la vergüenza y a la desesperación.
¿Qué harías para conservar tu propia vida y la de los seres que más amas si el resto del mundo te diera la espalda?
¿Cuántos golpes se pueden soportar sin gritar?
Su silencio era el arma favorita de Carlo Delveccio y eso le dio alas a Aída para volar. Amor, pasión, debilidad, sangre y una bonita canción de fondo hablando de muerte y liberación. Meses atrás, cuando la música no paraba de sonar.
Reseña
Era una novela que llevaba queriendo leer hace tiempo. No había oído reseñas, ni buenas ni malas, al respecto. Simplemente era el hecho de corroborar una teoría: una persona que lee mucho, ¿puede ser capaz de escribir una buena novela? ¿Saber aquello que falta en el panorama literario y hacerlo suyo?
Tal vez sea una tontería, desvaríos de una aspirante a escritora y me diréis, cómo ya leí en otro blog hace tiempo, sobre el consabido debate: el escritor nace o se hace. Termino diciendo que ambos. Pero bueno, voy a dejar de enrollarme, y a hablar del libro.
La idea en sí me ha parecido estupenda. La de una mujer llamada Aída que sufre maltrato y como en la ópera de Verdi, varios personajes se alían para salvarla de su agresor. Hasta ahí bien.
Lo bueno de la novela, es que el personaje de la protagonista Aída está trabajado. Vamos conociendo su vida y su personalidad, no mediante ella como en cualquier típica novela sino a través de sus amigos y conocidos, su médico e incluso su abogado.
Lo malo es que hasta no llegué al desenlace de la novela, no terminé de entender a ciertos personajes secundarios que terminaron encajando.
La prosa de Leara es comprensible pero ciertas comparaciones no me adecuaban al texto. En cuanto a la forma de tratar las situaciones, como dije antes había cosas que no me quedaron muy claras. Entiendo que esa forma de escribir es adrede para confundir al lector y no hacerle ver fácilmente lo que ocurre. Reitero en el caso de Aída, se entiende perfectamente porque ha sufrido bastante y se abstrae fácilmente de la realidad. En los otros casos, presentados sin orden ni concierto, no llego a entender como aparecen de la nada como el caso de Bruno hasta que al final de la historia recibo la explicación.
Me ha encantado eso sí, la dualidad en los personajes de Aída-Violeta, como una es sumisa, obediente y temerosa y la otra, rebelde, sensual y complaciente. Dos partes diferentes que se complementan muy bien y que pueden estar dentro de cualquiera de nosotros, el yin y el yang. Estas, sin embargo, son llevadas al extremo para ver cómo reaccionarán.
Lo que más me ha sorprendido ha sido la parte de Carnio. Ahí debo decir literalmente que he flipado en colores. No para mal, pero cuando lo leáis lo comprenderéis, el caso de Aída es bastante atípico y por eso no sé si aplaudir a la autora ó decirla que ha exagerado en demasía.
Tal vez necesite unos días para digerirla y pensar en ella desde otra perspectiva. De todos modos, lo que si digo es que se nota que Leara se lo ha currado todo a la perfección para mezclar una historia de maltrato con una ópera de Verdi y que no quede raro, al contrario, le da bastante sentido al libro por completo. Además, la separación de capítulos está hecha a forma de libreto de ópera, con capítulos y actos, algo muy llamativo también.
