Autor: F. Scott Fitzgerald
Título: El crucero de la chatarra rodante
Tapa blanda, 120 páginas
Anagrama, 1998
(1ª publicación en 1924)
Argumento
Narración del ajetreado viaje de F.S. Fitzgerald y su mujer Zelda, en un viejo Marmon de 1917 de segunda mano, desde Westport Connecticut a Montgomery (Alabama).
Reseña
Escritor americano, Francis Scott Fitzgerald es uno de los mejores exponentes de la literatura norteamericana del siglo XX. Sus novelas, situadas en las décadas de 1920 y 30, están consideradas como auténticas obras maestras.
Miembro de la llamada Generación Perdida Americana, sus cinco novelas retratan un paisaje de personajes brillantes y efímeros, de juventud y también de desesperación.
Scott Fitzgerald estudió en Saint Paul y no completó sus estudios universitarios, alistándose para luchar en la Primera Guerra Mundial, pese a que no llegó a luchar en ella. Su primera novela, escrita en estos primeros años, fue rechazada por distintas editoriales. No fue hasta después de su primer compromiso con Zelda Sayre que no logró vender A este lado del paraíso (1922).
Acuciado por su desenfadado estilo de vida, Scott Fitgerald no sólo escribía novelas, también su producción de cuentos fue muy importante, aunque por su necesidad de liquidez solía vender todos los derechos asociados a su producción literaria y, además, vivir de préstamos sobre futuros anticipos.
De ese modo fueron saliendo sus siguientes obras, Hermosos y malditos (1922), El Gran Gatsby (1925) -posiblemente su obra más conocida y adaptada al cine-, y Suave es la noche (1934). En 1921 se publicó el cuento El curioso caso de Benjamin Button, obra muy conocida en la actualidad gracias a la adaptación cinematográfica realizada en 2008.
A partir de mediados de los 30, Fitzgerald alterna su trabajo como guionista en Hollywood con la escritura de su novela El último magnate, que sería completada y publicada de manera póstuma tras su fallecimiento en 1940. (Extraído de Lecturalia.com)
El recorrido, desde Nueva York a Montgomery (Alabama), ronda los 1.650 km y, aunque ahora se estima que ese viaje podría durar unas 15 h 50 min actualmente, por entonces descubrimos todos los obstáculos con los que la pareja se topa para llegar a su destino. Desde la nada útil guía de carreteras, pasando por la falta de dinero, un automóvil que se cae a trozos y un sardónico sentido del humor que irradia la pareja, sobre todo Zelda.
Esta es una obra menor de Fitzgerald, comparada con los exitosos "El Gran Gatsby" y "Suave es la noche". Sin embargo, Fitzgerald nos asoma al estilo de vida americano de entonces, con maravillosas descripciones y reflexiones de una persona real ante un reto como el que tienen por delante. Me ha gustado por ejemplo la constante mención de querer disfrutar de melocotones cuando alcancen el Sur puesto que a Nueva York no llegan.
Esta es la tercera novela que leo de él y ya puedo decir bien alto que ha pasado a ser uno de mis autores favoritos. En "El Gran Gatsby", el autor refleja en el protagonista el alma atormentada del protagonista, dejando claro que los años 20 no fue aquella época llena de brillo y glamour que todos pintan. En "Suave es la noche", el autor no traza ningún misterio que resolver. Simplemente habla del estilo de vida de la época, cambiando eso sí el escenario. Aquí es la Riviera Francesa y no Estados Unidos el lugar donde se desarrollan los hechos.
Un autor que nunca defrauda. Una lectura recomendable.