Autora: Marian Keyes
Título: Un tipo encantador
Libro único
Tapa blanda, 765 páginas
Plaza y Janés, 2008
Sinopsis
La historia de cuatro mujeres y un hombre, y el oscuro secreto que une sus vidas.
La noticia de la boda de Paddy de Courcy, político carismático, ha causado un gran revuelo en todos los medios. En especial, ha sido una auténtica conmoción para cuatro mujeres. Lola casi se desmaya. Paddy es su novio... o eso pensaba. Decide marcharse a toda prisa de Dublín para esconderse y curarse las heridas, aislada en una casita en la costa. Grace, periodista empeñada en descubrir la verdad, persigue a Lola para que le cuente lo que realmente pasó entre ella y Paddy. A él le había conocido hace años y aún conserva muy vivo su recuerdo. Marnie, hermana de Grace, también puede contar mucho del gran político, su primer amor, pero se niega a hablar. Felizmente casada y con dos hijas preciosas, solo pretende borrarle de su memoria. ¿Y la chica que está a punto de convertirse en esposa del gran hombre? Tiene toda la pinta de ser la mujer perfecta para un político tan importante, pero... ¿sabe realmente cómo es ese tipo tan encantador? Cuatro mujeres muy diferentes. Un hombre guapo, sofisticado, tocado por el éxito. Y un secreto que les une. Un libro lleno de lágrimas, de risas, de corazón y de vida. Solo podía ser la nueva novela de Marian Keyes.
Reseña
Se trasladó de su ciudad de origen a Dublín, donde se licenció en Derecho por la su universidad. Posteriormente marchó a Londres ejerciendo como camarera y trabajando después en una oficina contable, escribiendo pequeños relatos. En 1995, publicó su primera novela.
Sus novelas, son de estilo romántico no clásico, y está dirigida a mujeres actuales, jóvenes, independientes y trabajadoras. En ellas se incluyen retazos autobiográficos y están escritas con sagacidad e ironía. Han sido traducidas a numerosos idiomas, con un gran éxito de ventas.
Recientemente ha publicado "Mi karma y yo".
¡Vaya! Hacía tiempo que tenía abandonados los libros de Marian Keyes, con lo que disfruto con ellos. A este libro le tenía muchas ganas y, aunque me he reído y también he llorado, lo he disfrutado desde la primera hasta la última página.
Hay gente que nace con un don para contar historias, sean del género que sean. Y Marian es una de esas personas.
Keyes ha sabido desarrollar y unificar las vidas de tres mujeres que parecen no tener nada en común hasta que el enlace del encantador y guapo Paddy de Courcy es anunciado. Entonces, algo brota en el interior de una de ellas, Grace, quien al igual que su hermana Marnie, conoce a Paddy desde que eran adolescentes.
Por su parte, Lola ha tenido que tomarse unas vacaciones después de descubrir por la TV que su novio Paddy la ha dejado por otra.
Iremos descubriendo el presente y pasado de las tres mujeres y los problemas que Paddy ha causado en sus vidas.
La autora ha narrado historias tan diferentes y actuales como el maltrato, los problemas con la bebida o la baja autoestima, entre otros. La crudeza de estas experiencias está reflejada fielmente. Se nota que la autora se ha sabido documentar en algunos casos y lo ha vivido en otros de propia mano.
La narración del libro es fluida, sin tecnicismos de ningún tipo y con mucha dosis de humor y tristeza, todas en su justa medida. Como bien reza el libro, es un libro lleno de corazón y vida. Cualquiera de nosotras puede identificarse en alguno de sus personajes, ve sus sinsabores y como logran superarlo, sin ser un camino de rosas.
A pesar del volumen del libro, es de los pocos que puedo decir cuya historia no decayó en ningún momento: por la variedad de personajes, por la cantidad de cosas que les pasan y porque esperamos leer humillado a Paddy.
Una historia entretenida, divertida y con cierto dramatismo que te llegará al corazón. Muy recomendable.
Citas
—Cuanto más nos decían que éramos demasiado inmaduros, más seguros
estábamos nosotros de saber lo que hacíamos.
—«Dicen que somos jóvenes e ignorantes, que nos falta madurar…» —dije.
—¿Qué?
—«I Got You Babe.» Sonny y Cher.
* * * * *
Damien tenía ese lado de machote independiente que le hacía creer que nada
podía ayudarle. Cuando tenía dolor de cabeza (lo cual era a menudo) se negaba a tomar
analgésicos. («¿Para qué?») Cuando pillaba un resfriado (cada enero), se negaba a ir al
médico. («Se limitará a recetarme un antibiótico.») Era exasperante.
* * * * *
Papá se quedó mirando la puerta por la que acababa de desaparecer Damien y,
con aire pensativo, dijo:
—Lo más curioso de todo es que en el fondo, fondo, hay un hombre decente.
Damien daría hasta la camiseta por alguien.
—Claro que luego se quejaría de que era su camiseta favorita y de que iba a
echarla mucho de menos —repuso mamá. Segundos después, ella y papá estallaron
en carcajadas.
* * * * *
Había algo ignominioso en el hecho de tener el trabajo cerca de casa. Los
trayectos de diez minutos eran para los perdedores. La gente de verdad soportaba
una hora y cuarto de camino; era importante tener algo de lo que quejarse.