Autora: Anabel Botella
Título: #Dead7
tapa blanda, 320 páginas
Everest, 2014
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Argumento
Katinka, una chica normal, con las dudas y preguntas de cualquier joven de su edad, evoluciona desde la monotonía de su día a día, lleno de preguntas sobre si dar un paso más con Eloy, su novio, y los celos de su amiga Tamara, hasta llegar a convertirse en la heroína de un misterioso y escalofriante concurso que consigue quitarnos la respiración y desatar nuestro miedo.
Una obra ambientada en una cárcel abandonada con un argumento real, violento e intenso, que envuelve al lector con capítulos cortos de ritmo vertiginoso. Este libro presenta una trama arriesgada, con cimientos fuertes, que deja participar al lector con su imaginación e inteligencia para EMOCIONAR, PROVOCAR y ACELERAR los cinco sentidos.
Reseña
Nació en 1970, en Cartagena, pero se considera aguileña. Desde pequeña le fascinó el mundo de las letras, ya fueran escritas, leídas o habladas. Se recuerda con un libro en las manos desde que tiene uso de razón. Siempre tuvo claro que quería dedicarse al teatro y en 1992 llegó a Valencia para cumplir su sueño.
Su carácter abierto le ha permitido conocer algunos autores del panorama literario actual gracias al blog de reseñas: La ventana de los libros. Compagina su pasión por la escritura, con su trabajo de actriz, la administración de un blog y su familia. Ángeles desterrados es su primera novela publicada.
Katinka es una chica de dieciséis años, con los típicos problemas de adolescente (pasa a mayores o no con su novio Eloy; Tamara, amiga de él, siempre intenta liarse con él; Katinka echa de menos a su padre...). Su novio Eloy se muere por participar en el concurso y Tamara ha sido aceptada, por lo que le envía una invitación a él. Katinka habla con Eloy y cree haber solucionado el problema, pero no sabe cuán lejos está de su solución.
Un pequeño engaño hará que la pareja termine dentro del juego. Ellos y el resto de participantes descubrirán realmente de qué va el juego. Matar o Morir. Solo puede quedar uno. Los integrantes son de lo más variopinto: desde chicas que parecen no haber roto un plato y otras que han roto la vajilla entera hasta chicos que parecen ocultar más de un secreto. Los únicos a los que Katinka conoce son Eloy y Tamara.
El comienzo de la historia es lento pero seguro, va andando con sigilo para después coger carrera y tomar un ritmo imparable, donde los giros de escena son sorprendentes e inesperados, algo que hace disfrutar aún más del libro.
Cada uno de los personajes nos depara secretos que jamás habríamos imaginado, en especial Katinka y su novio, nuestros protagonistas.
Me ha gustado mucho que la autora haya ido poniendo trozos de canciones a lo largo de la novela, para ambientarla y darle una BSO muy personalizada, pues parecen escritas para cada escena que describe.
Ha habido un detalle que me tenía algo mosca en una parte del libro y es que decía que un personaje descargaba más de veinte balas sobre otro. Y pensé: eso es imposible. Una sola arma no puede guardar tantas balas, incluso en la recamara. Sin embargo, antes de hablar es mejor comprobar las cosas y, en efecto, hay pistolas como la Bereta 92 o la Colt SS Pistol, que tienen capacidad para 15 balas; la Glock 17, para 17 (aunque hay cargadores de 33), etc. La de cosas que aprende una, jeje.
Una historia que te hará comerte las uñas y no parar de pasar páginas hasta llegar al final. Lo bueno es el final abierto, lo que promete una continuación. ¿Para cuándo Anabel?