Autora: P.D.James
Título: Muerte en la clínica privada
#14 Adam Dalgliesh
464 páginas, tapa dura
Librino, Ediciones B
Argumento
Un nuevo clásico de la gran dama del crimen. Cuando la prestigiosa periodista de investigación Rhoda Gradwyn ingresa en Cheverell Manor, la clínica privada del doctor Chandler-Powell, en Dorset, para quitarse una antiestetica y antigua cicatriz que le atraviesa el rostro, confía en ser operada por un cirujano celebre y pasar una tranquila semana de convalecencia en una de las mansiones mas bonitas de Dorset. Nada le hace presagiar que no saldrá con vida de Cheverell Manor. El inspector Adam Dalgliesh y su equipo se encargaran del caso. Pronto toparan con un segundo asesinato, y tendrán que afrontar problemas mucho mas complejos que la cuestión de la inocencia o la culpabilidad.
Reseña
P.D James, como se conoce mundialmente a la escritora inglesa Phyllis Dorothy James, nació en Oxford el 3 de agosto de 1920.
Considerada una de las grandes Damas del crimen, P.D James ha dedicado su carrera literaria, con más de veinte novelas, a la novela policial. Su creación más famosa es la del detective y poeta Adam Dalgliesh, protagonista de varios de sus libros. P.D James recrea a la perfección los ambientes urbanos y la maquinaria del estado, sobre todo la relacionada con la investigación criminal, ya que estuvo treinta años trabajando para el Servicio Civil Británico.
La primera novela de P.D. James, Cubridle el rostro, se publicó en 1962. Varias de sus novelas, por no decir todas, han sido adaptadas para la televisión, destacando las realizadas para la televisión británica BBC. Hijos de los hombres (1992), una incursión dentro del campo de la ciencia ficción distópica, fue llevada al cine con gran éxito por el director Alfonso Cuarón.
P.D. James es miembro de honor en el International Crime Writing Hall of Fame y ha recibido el Diamond Dagger y el Grand Master A. (extraído de Lecturalia.com)
Agrandes rasgos, he disfrutado de la historia, muy bien desarrollada, con giros nada esperados y unos personajes bastante trabajados.
Una periodista de renombre acude a una clínica privada para eliminar una cicatriz de su cara, al día siguiente de la operación esta aparece muerta y todos y cada una de las personas que están en la casa tienen un motivo para el asesinato. Sin embargo, el culpable solo es uno y no hay manera de hallar pruebas concluyentes.
A lo largo de la historia, el comandante Dalgliesh y sus ayudantes, el sargento Benton Smith y la inspectora Kate Miskin, irán interrogando uno por uno al dueño de la casa Chandler-Powell, su cirujano Marcus Westhall (quien se marcha a Africa como voluntario) y la hermana de éste, la señorita Helena (cuya familia había sido la antigua propietaria de la mansión), la enfermera Frensham y la señorita Sharon Bateman (con un oscuro pasado), que ayudaba con las labores del hogar, además del matrimonio de cocineros, los Bostworth (quienes se trasladaron de la gran ciudad debido al estrés de la misma). Otro de los sospechosos será el primo de los Westhall y amigo de la fallecida, Robin Boyton, quien mostrará una profunda tristeza al enterarse de la noticia por la presencia policial.
Varias visitas tanto a Londres como a los alrededores de Dorset permitirán ir uniendo piezas del complicado puzzle, aunque no todas ayudarán a seguir la pista del asesino. Será casi al final del libro cuando Dalgliesh descubra por casualidad al mismo y lo persiga hasta sus últimas consecuencias. Aún así, el caso parece quedar resuelto de forma demasiado fácil para Dalgliesh. Con la buena recopilación de información que van realizando los agentes de diversas fuentes, el libro flojea casi al final al ser descubierto el asesino de forma casual en lugar de con los métodos de deducción tan famosos de la Scotland Yard. Me ha decepcionado un poco la historia en ese sentido, pues ya había leído otro libro de la autora que me había encantado. Aún así, hay que tener en cuenta que este es el libro 14º de una saga y cuando llega a estos niveles, los argumentos pueden comenzar a flojear por algún lado. Me apunto como pendiente cualquiera de los otros libros de la saga, porque espero que no todos me vayan a decepcionar.
También es verdad que a lo mejor me lo esperaba similar a Conan Doyle con Sherlock Holmes y estos libros tienen un punto en común al ser de investigación de un asesinato, pero que a partir de ahí los escritores toman rumbos muy diferentes a la hora de elaborar sus personajes.
De los mencionados personajes, solo diré que me ha llamado la atención como hemos descubierto pinceladas de los carácteres de cada uno: Kate Miskin, enamorada de su jefe, pero asumiendo que no tiene futuro con él; Benton, un personaje particular, al que le encanta filosofar, incluso con sospechosos y Dalgliesh, dispuesto a dar un paso más en su relación con su pareja.
Es un libro muy ameno, de los que te hace pensar y poner en orden cada cuartada y motivo, en el que no pierdes el hilo argumental porque estás esperando en cualquier momento una sorpresa. El libro te da varias. No haré spoilers. Dadle una oportunidad si no os importa quedaros con la curiosidad que provocan las últimas páginas.
Agrandes rasgos, he disfrutado de la historia, muy bien desarrollada, con giros nada esperados y unos personajes bastante trabajados.
Una periodista de renombre acude a una clínica privada para eliminar una cicatriz de su cara, al día siguiente de la operación esta aparece muerta y todos y cada una de las personas que están en la casa tienen un motivo para el asesinato. Sin embargo, el culpable solo es uno y no hay manera de hallar pruebas concluyentes.
A lo largo de la historia, el comandante Dalgliesh y sus ayudantes, el sargento Benton Smith y la inspectora Kate Miskin, irán interrogando uno por uno al dueño de la casa Chandler-Powell, su cirujano Marcus Westhall (quien se marcha a Africa como voluntario) y la hermana de éste, la señorita Helena (cuya familia había sido la antigua propietaria de la mansión), la enfermera Frensham y la señorita Sharon Bateman (con un oscuro pasado), que ayudaba con las labores del hogar, además del matrimonio de cocineros, los Bostworth (quienes se trasladaron de la gran ciudad debido al estrés de la misma). Otro de los sospechosos será el primo de los Westhall y amigo de la fallecida, Robin Boyton, quien mostrará una profunda tristeza al enterarse de la noticia por la presencia policial.
Varias visitas tanto a Londres como a los alrededores de Dorset permitirán ir uniendo piezas del complicado puzzle, aunque no todas ayudarán a seguir la pista del asesino. Será casi al final del libro cuando Dalgliesh descubra por casualidad al mismo y lo persiga hasta sus últimas consecuencias. Aún así, el caso parece quedar resuelto de forma demasiado fácil para Dalgliesh. Con la buena recopilación de información que van realizando los agentes de diversas fuentes, el libro flojea casi al final al ser descubierto el asesino de forma casual en lugar de con los métodos de deducción tan famosos de la Scotland Yard. Me ha decepcionado un poco la historia en ese sentido, pues ya había leído otro libro de la autora que me había encantado. Aún así, hay que tener en cuenta que este es el libro 14º de una saga y cuando llega a estos niveles, los argumentos pueden comenzar a flojear por algún lado. Me apunto como pendiente cualquiera de los otros libros de la saga, porque espero que no todos me vayan a decepcionar.
También es verdad que a lo mejor me lo esperaba similar a Conan Doyle con Sherlock Holmes y estos libros tienen un punto en común al ser de investigación de un asesinato, pero que a partir de ahí los escritores toman rumbos muy diferentes a la hora de elaborar sus personajes.
De los mencionados personajes, solo diré que me ha llamado la atención como hemos descubierto pinceladas de los carácteres de cada uno: Kate Miskin, enamorada de su jefe, pero asumiendo que no tiene futuro con él; Benton, un personaje particular, al que le encanta filosofar, incluso con sospechosos y Dalgliesh, dispuesto a dar un paso más en su relación con su pareja.
Es un libro muy ameno, de los que te hace pensar y poner en orden cada cuartada y motivo, en el que no pierdes el hilo argumental porque estás esperando en cualquier momento una sorpresa. El libro te da varias. No haré spoilers. Dadle una oportunidad si no os importa quedaros con la curiosidad que provocan las últimas páginas.