Este mes recuperamos otro clásico de Julia Quinn, con una bilogía titulada: Los dos duques de Wyndham. Se trata de una serie compuesta por dos libros: El duque de Wyndham y La prometida del duque y su origen no nos podía parecer más maravilloso. Tal y como relata la autora, la idea surgió al principio de su carrera, mientras escuchaba la canción “Industrial Disease” de Dire Straits, y empezó a darle vueltas a una parte de la letra: "Dos hombres dicen que son Jesús. Uno de ellos debe de estar equivocado ". Como buena escritora de romántica, Julia Quinn trasladó esa idea al mundo de sus novelas de Regencia y pensó: "¿Qué pasaría si dos hombres afirmaran ser el duque de algo? Uno de ellos estaría equivocado, sin duda ". Tenía la trama, la gracia estaba en descubrir cómo lo hacía para que la sucesión de un ducado generara esa duda… Como todas sabemos, las líneas sucesorias de estos títulos suelen estar muy bien documentadas y casi no hay margen de error. Así que, una vez encontró la manera de hacer que la trama funcionara, Julia Quinn empezó a fantasear con los personajes. ¿Cuál sería el malo, el duque actual o el duque perdido hacía tiempo? Y entonces pensó: ¿no sería mucho más interesante si ambos fueran buenos y perfectos herederos del ducado? Y así lo hizo. ¿El resultado? Dos novelas absolutamente deliciosas y adictivas, con unos diálogos divertidos y escenas de lo más excitantes. Sin duda, un imperdible del género romántico de Regencia.
Y de histórica romántica, este mes publicamos El acuerdo, la segunda parte de El club de los supervivientes, de Mary Balogh. Otra maestra del género, que ya nos enamoró con la primera entrega: La proposición, y que ahora nos deja con ganas de leer más libros de estos personajes maravillosamente humanos, con su lado romántico y vulnerable a flor de piel.