Es una historia que entretiene con sus toques de fantasía y te deja una moraleja: sé tú mism@ y no intentes aparentar lo que no eres si quieres ser verdaderamente feliz.
El relato está contado en primera persona, desde el punto de vista de Ana, una huérfana que debe enfrentarse a una importante decisión: seguir de ermitaña en el bosque como hicieron sus padres o enfrentarse a la ciudad y sus peligros. Apenas hay descripciones de los personajes, pues se centra más en la parte sentimental.
Vamos conociendo varios capítulos de la vida de Ana que nos ponen en situación durante su aventura. En cuanto a la narración, salvando algunos erratas y que el vocabulario que se utiliza es latinoamericano (esto no lo digo como discriminatorio, sino porque hay palabras que yo conozco pero que otr@s tal vez tengan que buscar para saber qué son), se lee de forma muy rápida.
En general, me ha gustado la historia. Me ha parecido original y diferente a lo que estoy acostumbrada.