El 6 de julio: No eres tú, soy yo…
¡Hola, lectores!
Me resulta muy difícil hablaros de esta novela sin nombrar, en primer lugar, a su traductor, Xavier Beltrán. Trabajar con él ha sido una experiencia estupenda y muy muy divertida. Nuestra relación a través de las notas que nos dejábamos en el texto, los chistes, las ideas que iban surgiendo —no es fácil que un libro tan divertido en inglés funcione igual de bien, o mejor, en castellano— creo que daría para una novela.
Nos enviábamos los capítulos y las correcciones avanzándonos lo que más nos había gustado o comentando las risas que nos habíamos echado en una u otra escena.
Las últimas revisiones las realizamos durante el confinamiento y mi marido daba botes, literalmente, con mis carcajadas. Me miraba, más o menos así:
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¿Y acaso eso me frenó? Pues no, queridos lectores, porque a una no le importa que la tomen por loca, cuando sabe que lo que tiene entre manos es
EL LIBRO MÁS DIVERTIDO DEL VERANO.
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Sinopsis:
A Miles acaba de abandonarlo su prometida y también su fe en el amor. Malvive en Nueva York, entre el sofá de un amigo y la cafetería desde la que trabaja con su portátil.
Zoey acaba de aterrizar en la Gran Manzana: su excéntrica jefa le ha prohibido volver a Los Ángeles hasta que aprenda a disfrutar un poco de la vida. Pero ella es incapaz de aventurarse más allá de la cafetería que hay delante de su minúsculo apartamento.
Lo único que Miles y Zoey comparten es una batalla diaria por los biscotti rancios y la mejor mesa del Café Crudité, donde coinciden a diario.
¡Ah! Y que ambos trabajan como asesores para dos apps para ligar rivales, pero de eso ellos no tienen ni idea.
Una comedia romántica actual y urbana con un refrescante sentido del humor... Y mucho queso.
¡Hola, lectores!
Me resulta muy difícil hablaros de esta novela sin nombrar, en primer lugar, a su traductor, Xavier Beltrán. Trabajar con él ha sido una experiencia estupenda y muy muy divertida. Nuestra relación a través de las notas que nos dejábamos en el texto, los chistes, las ideas que iban surgiendo —no es fácil que un libro tan divertido en inglés funcione igual de bien, o mejor, en castellano— creo que daría para una novela.
Nos enviábamos los capítulos y las correcciones avanzándonos lo que más nos había gustado o comentando las risas que nos habíamos echado en una u otra escena.
Las últimas revisiones las realizamos durante el confinamiento y mi marido daba botes, literalmente, con mis carcajadas. Me miraba, más o menos así:
¿Y acaso eso me frenó? Pues no, queridos lectores, porque a una no le importa que la tomen por loca, cuando sabe que lo que tiene entre manos es
EL LIBRO MÁS DIVERTIDO DEL VERANO.
Sinopsis:
A Miles acaba de abandonarlo su prometida y también su fe en el amor. Malvive en Nueva York, entre el sofá de un amigo y la cafetería desde la que trabaja con su portátil.
Zoey acaba de aterrizar en la Gran Manzana: su excéntrica jefa le ha prohibido volver a Los Ángeles hasta que aprenda a disfrutar un poco de la vida. Pero ella es incapaz de aventurarse más allá de la cafetería que hay delante de su minúsculo apartamento.
Lo único que Miles y Zoey comparten es una batalla diaria por los biscotti rancios y la mejor mesa del Café Crudité, donde coinciden a diario.
¡Ah! Y que ambos trabajan como asesores para dos apps para ligar rivales, pero de eso ellos no tienen ni idea.
Una comedia romántica actual y urbana con un refrescante sentido del humor... Y mucho queso.