Autora: Elizabeth Gaskell
Título: Cranford
Editorial Alba, Colección Minus
Tapa blanda, 296 páginas
2012 (1ª publicación: 1851)
Argumento
A través de la emblemática figura de unas hermanas solteronas asistimos a los pequeños y grandes acontecimientos de una pequeña comunidad. El paisaje, la ambientación e incluso los personajes de esta novela están tomados del pueblecito en que la autora pasó su infancia, Knutsford, y en un retrato lleno de humor y afecto se nos presentan valores y costumbres que la Revolución Industrial estaba transformando rápidamente.
Reseña
De nombre Elizabeth Stevenson Cleghorn, vivió su infancia en Cheshire y posteriormente en Newcastle upon Tyne y Edimburgo. Tras casarse con William Gaskell, marchó a vivir a Manchester y después a Plymouth Grove, en donde desarrolló toda su labor literaria. Publicó por primera vez de forma anónima en 1848, y por influencia de Dickens, publicó por entregas su novela Cranford en la revista Household Words, alcanzando el éxito desde entonces.
Fue autora de novelas y relatos cortos, siendo bien conocida su biografía sobre Charlotte Brontë.
Es la primera novela que leo de la autora y me ha dejado algo desconcertada. Me ha resultado por momentos entretenida, divertida con ciertas escenas y también algo soporífera. Habla principalmente de la vida en el campo y de cómo un grupo de mujeres de la alta nobleza pasa su tiempo en Cranford, algunas veces dejándose llevar por las opiniones de las otras en lugar de seguir las suyas propias o siguiendo unas normas establecidas como protocolo para saber cómo actuar en cada momento.
Ha habido temas como las horas de visita, que se realizaban entre las doce y tres de la tarde, que no debían estar más de quince minutos en una casa y que debían devolver la visita máxime a los tres días que me han parecido muy interesantes porque nos describen la vida en otro tiempo y lugar. Así como las descripciones de trajes, vestidos y muebles.
Sin embargo, algunas partes se me han hecho un tanto pesadas por el simple hecho de que las mujeres no paraban de cotillear, ya fuera sobre el comportamiento de alguna de las damas del grupo, sobre la llegada de algún forastero o algún evento que rompía la tranquilidad del pueblo. Creo que es un libro por el que no pasa el tiempo pues estas mismas situaciones se siguen dando hoy en día y es, probablemente por eso, que este libro ha tenido tanto éxito y sigue teniéndolo.
Me ha resultado curioso descubrir que no es una novela propiamente en sí sino que eran pequeños artículos publicados en el periódico de Charles Dickens que, debido a su gran éxito, fueron publicados en un tomo conjunto.
Lo que sí tengo claro es que no os dejará indiferente. Sus personajes son entrañables y terminas cogiéndole cariño a todos, incluso a los más presuntuosos y tercos como la señorita Deborah Jenkyns.
Creo que el personaje que más me ha gustado de la historia es Matilda Jenkyns. Una mujer que vivía parapetada en las decisiones de su hermana y no tenía que preocuparse por nada pero, que de la noche a la mañana, debe aprender a transmitir lo que piensa y siente a sus amigas y compañeras de juegos. Es una persona frágil, benevolente y que se preocupa por sus amistades, algo que se verá reflejado a la larga.
La parte que más he disfrutado es la que tiene que ver con su hermano Peter y en la que Mary Smith, por una vez en la historia, toma parte activa no solo como narradora.
Cómo veis, es un libro que contiene historias muy distintas con un nexo en común: las hermanas Jenkyns, dos señoras solteras y con mucho tiempo para hablar de la vida ajena en los salones donde discurre la historia.
Ha habido temas como las horas de visita, que se realizaban entre las doce y tres de la tarde, que no debían estar más de quince minutos en una casa y que debían devolver la visita máxime a los tres días que me han parecido muy interesantes porque nos describen la vida en otro tiempo y lugar. Así como las descripciones de trajes, vestidos y muebles.
Sin embargo, algunas partes se me han hecho un tanto pesadas por el simple hecho de que las mujeres no paraban de cotillear, ya fuera sobre el comportamiento de alguna de las damas del grupo, sobre la llegada de algún forastero o algún evento que rompía la tranquilidad del pueblo. Creo que es un libro por el que no pasa el tiempo pues estas mismas situaciones se siguen dando hoy en día y es, probablemente por eso, que este libro ha tenido tanto éxito y sigue teniéndolo.
Me ha resultado curioso descubrir que no es una novela propiamente en sí sino que eran pequeños artículos publicados en el periódico de Charles Dickens que, debido a su gran éxito, fueron publicados en un tomo conjunto.
Lo que sí tengo claro es que no os dejará indiferente. Sus personajes son entrañables y terminas cogiéndole cariño a todos, incluso a los más presuntuosos y tercos como la señorita Deborah Jenkyns.
Creo que el personaje que más me ha gustado de la historia es Matilda Jenkyns. Una mujer que vivía parapetada en las decisiones de su hermana y no tenía que preocuparse por nada pero, que de la noche a la mañana, debe aprender a transmitir lo que piensa y siente a sus amigas y compañeras de juegos. Es una persona frágil, benevolente y que se preocupa por sus amistades, algo que se verá reflejado a la larga.
La parte que más he disfrutado es la que tiene que ver con su hermano Peter y en la que Mary Smith, por una vez en la historia, toma parte activa no solo como narradora.
Cómo veis, es un libro que contiene historias muy distintas con un nexo en común: las hermanas Jenkyns, dos señoras solteras y con mucho tiempo para hablar de la vida ajena en los salones donde discurre la historia.