Autora: Ana Draghia
Título: Una habitación en la luna
Ediciones Kiwi, 2019
Tomo único
Juvenil New Adult
Kindle, 360 páginas
Argumento
Olivia vive sola desde que su madre falleció, no conoce a su padre, tiene una relación complicada con su abuela y su mejor amiga la odia. Pasa las horas en la buhardilla, su pequeña habitación en la luna, y aunque está rodeada de gente, aún tiene que volver a aprender cómo acercarse a ella.
Para Olivia nada es fácil, por eso, como no sabe qué va a hacer con su vida después del último año ni tampoco con la casa donde ha vivido siempre, intenta llenar el vacío con recuerdos y con las personas que la rodean, entre las que se encuentran su vecino Peter, que tiene síndrome de Asperger, y su compañero Jamie, a quien conoce desde que era pequeña. Sin embargo, lejos de estar más tranquila y arropada, siente que todo a su alrededor se desmorona, por ello acaba tomando decisiones precipitadas que complicarán todavía más las cosas.
Aun así, necesita respuestas, y aunque al principio no quiere admitirlo, solo hay alguien dispuesto a ofrecérselas: su padre.
No obstante, quizá aceptar la realidad le resulte más difícil de lo que piensa.
Descubrir otra faceta de su madre, comenzar a sentir por alguien que no puede corresponderle, enamorarse por primera vez, entender por qué su mejor amiga ya no lo es y recordar que hubo un tiempo en el que bailaba con la luz encendida, harán que necesite abrir esa habitación y dejar entrar en ella a las personas que apartó tiempo atrás. Pero, ¿logrará, después de todo, reencontrarse consigo misma?
Reseña
Ana Draghia (1992) es profesora de lengua y literatura castellanas y doctorada en LIJ. Comenzó publicando relatos en antologías de diferentes géneros, hasta que en el año 2016 quedó finalista del IV Premio Internacional de Novela Romántica de la editorial HarperCollins Ibérica. Publicó con ellos su primera novela, Tan nosotros (2016), a la que se le sumó en 2017 ¿Has visto cómo llueven las flores? En el año 2018 fue mención especial del VI certamen convocado por la misma editorial con La chica del sombrero azul vive enfrente. Publicó su cuarta novela, de temática juvenil, Sobre la piel de las olas (2018) con la Editorial LXL. También ha escrito Donde duerme tu nombre (HarperCollins), Última noche en el fuego (Red Apple Ediciones) y Una habitación en la luna (Ediciones Kiwi).
Siempre me gusta descubrir a nuevos autores y con Ana Draghia ha sido una experiencia refrescante. La historia de Olivia es bastante dura. Ha perdido a su madre y, aunque todo el mundo se vuelca en apoyarla, ella se siente completamente sola. Sin embargo, su historia a lo largo del libro será como una terapia de grupo.
Empezando por Peter, su vecino, con síndrome de Asperger. Tras varios encuentros, iremos descubriendo pinceladas sobre él que delatan su síndrome y que, a simple vista, jamás habría descubierto nadie. Es una pena que este personaje quede en un segundo plano porque tiene mucho potencial y daría para un libro.
Seguimos con Jamie, amigo de Oli desde la infancia y del que terminó separándose por un pequeño malentendido del que nunca hablaron. Me gusta que parezca tan hermético pero que, a la vez, vayamos descubriendo su personalidad a través de sus gestos y actos. Su relación con Olivia nos demuestra que las personas no nos fijamos en los pequeños detalles que, al fin y al cabo, son los que más cuentan.
Otro personaje que sale a lo largo del libro es su madre. Olivia comparte con nosotros algunos de sus recuerdos junto a su madre y descubre facetas ocultas de ella que llegan a confundirla. Será el tiempo y las personas que hay a su alrededor las que le ayuden a juntar las piezas del rompecabezas y entender mejor la vida sin su madre.
La forma de escribir de Ana es sencilla, directa y, algunas veces, hasta poética. A lo largo del libro me he encontrado con algunas frases que tienen algo de mágico por lo que dicen y por cómo lo dicen.
La trama me ha parecido original porque no se centra solo en la historia de amor de la protagonista sino también en la vida de su madre y el duelo que Olivia vive tras su muerte.
Sin lugar a dudas, leeré más de Ana en el futuro. Es una de esas autoras que te dejan con buen sabor de boca.