Título: Calendar Girl. Enero, Febrero y Marzo
Autora: Audrey Carlan
432 páginas
Género: Erótica
Editorial Planeta, 2016
Argumento
Una experiencia tan feliz como tu libro podría fundirse.
Mia necesita dinero. Mucho dinero. Para ser exactos un millón de dólares. Y además tiene poco tiempo. La vida de su padre está en juego y ella solo tiene un año para saldar sus deudas. Para ello deberá aceptar un encargo que nunca antes habría imaginado…. Durante todo un año Mia acompañará a lo largo de un mes a un hombre distinto y así conocerá el lujo, diferentes estilos de vida, viajará por muchas ciudades, vivirá experiencias sexuales increíbles... Y hasta puede que conozca al hombre de su vida.
Doce meses. Muchas vidas. Un solo amor.
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Reseña
Este libro se divide en tres pequeñas historias continuas que tienen lugar en los meses de enero, febrero y marzo. El padre de Mía se ha metido en un buen lío y, como no, ella se encargará de la deuda y para ello comenzará a trabajar como escort en la empresa de su tía Millie.
El chico de enero se llama Wesley y vive en Malibú. Es guionista de cine y un apasionado del surf. Junto a él, Mía compartirá pensamientos, vivencias y un gran sexo desenfrenado que hará que ambos sientan algo el uno por el otro.
Un pequeño detalle que me ha descolocado es cómo Mía tiene muy claro que no va a tener sexo con sus clientes y cómo en cuanto conoce a cada uno se le caen literalmente las bragas y no tiene reparos en darse a ellos de lleno.
Por otro lado, entiendo a la perfección que convivir con una persona durante todo un mes y, no solo con él, sino con su familia y conocer su rutina, su trabajo, etc hacen que termines cogiendo cariño a esa persona.
Esta primera historia ha sido la más bonita, tierna y alocada de las tres y en la que Mía tiene una lucha interna entre su corazón y la lógica. su forma de despedirse es muy peculiar, siempre a escondidas, con una nota de despedida para que el cliente tenga un buen recuerdo de ella.
El chico de febrero es Alec Dubois, un francés afincado en Seattle. Con él, Mía descubre que es posible amar a una persona sin tener lazos o ataduras con ella.
Alec es una persona muy trabajadora y apenas salen de su dúplex hasta que el trabajo de Mía como musa se ha completado. Tienen sesiones maratonianas donde Mía es fotografiada, pintada y amada por Alec. El artista termina haciendo una serie de cuadros con una historia que se desarrolla a lo largo de cada una de ellas y gracias a la que Mía aprende a quererse a sí misma.
El chico de marzo es Tony Fassano, un empresario que ha heredado de su familia un gran negocio de restaurantes italianos en Las Vegas. Este resulta ser el cliente más curioso, pues tiene un secreto al que Mía deberá contribuir para que siga así.
Mía se verá envuelta en medio de trifulcas familiares y pondrá algo de paz y claridad en medio de tanto caos.
Debo decir que la trama es bastante original y la historia prometía mucho con el primer personaje, pero para mi gusto habría sido interesante conocer la historia de Mía y cada chico de forma más extendida. Al menos, un libro por protagonista secundario.
Seguiré leyendo porque me he quedado intrigada por cómo terminará todo, aunque no hay demasiadas interrogantes a lo largo del libro, ni subtramas que ayuden a conectar en profundidad con los protagonistas.