Título: El secreto de Christine
Autor: Benjamin Black
Tapa blanda, 392 páginas
Alfaguara, 2006
Argumento
La primera y apasionante entrega de la serie de novelas negras protagonizadas por Quirke, del Premio Booker John Banville/Benjamin Black.
Dublín, años cincuenta. En un depósito de cadáveres, una turbia trama de secretos familiares y organizaciones clandestinas comienza a desvelarse tras el hallazgo de un cuerpo que nunca tendría que haber estado allí. Una oscura conspiración que abarca ambos lados del Atlántico y que acaba envolviendo en un siniestro abrazo, inesperadamente, la vida misma de todos los protagonistas.
Demos la bienvenida a Benjamin Black. Nos encontraremos lo mejor de un extraordinario escritor, John Banville, también entre la niebla, los vapores del whisky y el humo de los cigarrillos de un Dublín convertido en el escenario perfecto para la mejor literatura negra.
Por sus magníficas descripciones de personajes y ambientes, con un lenguaje preciso, elegante e inteligente, John Banville está considerado como el gran renovador de la literatura irlandesa y uno de los más importantes escritores en lengua inglesa de la actualidad.
El autor
Benjamin Black es el seudónimo del conocido novelista irlandés John Banville. Utiliza este sobrenombre para firmar sus libros de novela negra.
La primera obra que publicó como Benjamin Black se puso a la venta en 2006. Se trataba de El secreto de Christine, su primera aventura por la novela negra, pero sin duda no la última. Tras esta continuó con El otro nombre de Laura, El Lémur, Muerte en verano u Órdenes sagradas. Eso sí, sin descuidar otro tipo de novelas, intercalando sus lanzamientos.
El autor irlandés habla de este seudónimo como un desdoblamiento de su ser de escritor que le permite seguir escribiendo cuando “Banville” ya ha superado su número máximo de palabras al día.
Reseña
Después de terminar este libro me he quedado un tanto fría. Me ha gustado, pero ya está.
Las primeras páginas cuesta leerlas hasta que te enganchas. El hilo de la historia te hace seguir leyendo para ver quien es el culpable y los motivos, pero cuando llegas ahí te desinflas al ver que no era lo que esperabas y que la solución no es tan buena como podías haber esperado.
Lo bueno de este libro es su ambientación y que la historia engancha durante el nudo. Lo malo, que el personaje no es todo lo que uno espera. Es un médico borrachín, sí (cliché de los detectives de novela negra), pero un cobarde y un personaje que se ve envuelto en medio de la historia de la manera más tonta.
Los personajes son descritos con pinceladas así como sus actos y motivaciones. Parece que el autor ha querido dejar total libertad al lector a la hora de entender la novela, algo que no es lógico (al menos para mí).
Hay algunas escenas que parecen metidas con calzador y que no pintan nada en la historia y otras que se mencionan casi al final para que todo cuadre (un deus ex machina en toda regla).
Como digo lo que más merece la pena es la ambientación, eso sí, que está muy bien lograda. Por lo demás, considero que es una novela más para pasar el rato. No sé si puede clasificarse como novela negra en sí.